Luis Hernán Castañeda
La casa del sol naciente es un texto sintomático de la situación actual de la narrativa peruana. El panorama se fragmenta en un archipiélago de planetas excepcionales, cada cual con sus leyes y objetivos propios. En su segunda novela, Evelyn García despliega una sensibilidad excéntrica que le permite construir un mundo coherente, cargado de pasiones extremas y resonancias góticas, que tanto acoge la pulsión mística como el impulso homicida. Narrada con un lenguaje preciso y funcional, que no desdeña un lirismo esporádico, La casa del sol naciente pone en escena a Geri y Martin Croizen, una pareja de hermanos huérfanos que habitan, casi recluidos, una casa situada al borde de un frondoso olivar en la imaginaria localidad de Salem. Psicoterapeuta endurecida por la pérdida de sus padres, Geri empieza a tratar el caso de Mina, una adolescente que delata un patológico complejo de Electra, y cuyo hermano ha fallecido en circunstancias sospechosas. El lector tiene acceso –un acierto formal– a los diarios del hermano muerto, los cuales presentan una subtrama de amor rodeada de un aura sobrenatural que, sin carecer de interés propio, se alía con las demás historias para tejer un compleja red de oscuros vínculos familiares y afectivos, que no excluye una inquietante nota de violencia. Así, el drama familiar y el thriller psicológico, que son llevados con mano firme hasta su culminación, involucran a personajes instalados entre la pubertad y una adolescencia extemporánea, cuyo universo íntimo se encuentra invadido por una exaltada religiosidad híbrida: en los rituales y creencias que la novela escenifica y postula, el cristianismo se mezcla con una vibración animista que evoca, por ejemplo a través de la figura de la calandria, la mitología de José María Arguedas. Los múltiples epígrafes, elegidos con acierto, no sólo potencian el argumento y perfilan a los personajes, sino que generan un archivo de referencias en el que dialogan Martín Adán, Paul Éluard, Goethe y T.S. Elliot, entre otros. El producto de todo ello es la creación de una densa simbología, principalmente ornitológica, que enriquece el sistema de relaciones de los personajes, y que a mi juicio constituye el mayor logro artístico de una novela bien escrita y contada con oficio, cuyo singular imaginario se cuenta entre los más originales de la narrativa peruana última.
La casa del sol naciente salió elegida como Mejor obra narrativa del 2011, según el Premio Luces del diario El Comercio. Aquí el enlace en el que se puede descargar el texto completo con permiso de la autora:
http://literaturaenpdf.blogspot.com/2011/12/solo-hasta-el-15-de-enero-descargue.html
La primera novela de Evelyn García, Un talismán para Liu, figuró en la lista de los mejores libros del 2008, según el diario El Comercio (Ricardo González Vigil). También estuvo entre los mejores de la lista elaborada por José Güich del diario Correo. Aquí la dirección donde se podrá tener acceso al archivo de la novela (también gracias a la autorización de la autora):
http://literaturaenpdf.blogspot.com/2011/05/un-talisman-para-liu-jesus-egusquiza.html
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