sábado, 18 de junio de 2011

El primer viajero

Jhon E. Santiago


Los hombres vivimos contenidos en nuestro planeta, casi utópico, desarrollándonos cada vez más lento. Respondiendo las pocas preguntas de la vida que quedan sin responder y entre ellas, la más importante ¿Cómo se creó el Universo?
La teoría del Big Bang había sido rechazada, puesto que, como explicaban los científicos de la actualidad, el Big Bang requería de una pequeña explosión inicial, que daría como resultado inmediato el Big Bang.
Hacía solo tres meses la observación temporal era un hecho. El “Telescopio Temporal” había sido creado para observar y filmar la historia pasada para transmitírsela al mundo y esto se hacía en el departamento gubernamental donde yo trabajaba.
Cuando se culminó con la creación del “Telescopio Temporal” hubo una gran excitación en la humanidad, a los pocos días el gobierno comenzó a contratar gente para que el Departamento Temporal comenzase a funcionar.
Pocos días después de ser contratado, di una sugerencia que a nadie más se le había ocurrido. Observar el comienzo del universo.
Me ofrecí a ser enviado al pasado, a observar yo mismo la creación. Desde ese momento el tiempo transcurría a una velocidad indescriptiblemente lenta. Cada día estaba más cerca de ser el primer viajero en el tiempo. El primero en ver la creación, y sin embargo todavía debía esperar.
Durante tres meses, en los cuales mi paciencia había terminado por agotarse y mi comportamiento se había vuelto tosco por culpa de la excitación, el proyecto de la máquina del tiempo estuvo avanzando hasta llegar a la etapa final. Esta máquina me convertiría en energía y me enviaría a través del espacio-tiempo al pasado
Durante tres meses, el proyecto de la máquina del tiempo estuvo avanzando hasta llegar a la etapa final. Esta máquina me convertiría en energía y me enviaría a través del espacio-tiempo al pasado, en los cuales mi paciencia había terminado por agotarse y mi comportamiento se había vuelto tosco por culpa de la excitación.
Pero hoy era el gran día, hoy por fin realizaría mi tan esperado viaje en el tiempo. No creo que ningún hombre haya hecho tal hazaña antes, y no creo que se permita a alguien realizarla después. Yo, solo yo seré conocido como el gran viajero del tiempo, el hombre que vio la Creación con sus propios ojos. El hombre que había estado en el comienzo de los tiempos, como un pasivo observador.
Los técnicos me guiaron a través del pasillo. Uno de ellos me otorgó un traje, que según decían, me ayudaría a poder ser convertido en energía, que a través del Telescopio Temporal regresaría sin problemas, protegiéndome de cualquier tipo de energía o radiación que posiblemente se encontrasen en el origen de los tiempos. Su voz me puso nervioso, pero trate de auto convencerme, el técnico sabía lo que hacía.
Me otorgaron también un alimento de extraña forma, me dijeron que era uno de los pocos alimentos capaces de convertirse en energía, por lo tanto no moriría de hambre, lo mire bien, no parecía en nada un alimento corriente, me encogí de hombros y lo comí, al fin y al cabo, ¿Quién trataría de envenenarme?
Entonces me introdujeron en la máquina del tiempo. Primero sentí una ligera vibración, después todo lo demás fue casi imperceptible. Vi como el universo y el tiempo corría y sentí como si estuviese yendo corriente en contra… Finalmente llegué a mi destino. Miles de millones de años en el pasado y me encontré a mi mismo flotando en el vacío que dentro de menos de un día contendría a todo el universo conocido.
No había otra fuente de luz que mi traje. Todo lo que yo conocía aun no existía y ahora me encontraba en un vacío, sentí recorrer mi cuerpo un escalofrío. Estaba solo, en el más estricto sentido de palabra.
Llevaba un cronómetro. Faltaba menos de una hora para el comienzo del universo. Me pregunté si estaba flotando o cayendo sin sentirlo.
Las preguntas se formaban en mi mente y no podía menos que formulármelas a mi mismo y normalmente no tenía respuesta.
¿Qué sucederá ahora?, ¿existirá realmente Dios?, la hora había pasado, era el momento exacto de la Creación. Miré a mí alrededor, esperando, nada sucedía. Seguía siendo el único.
Mi estómago gruñó. Hacía una hora que había comido esa extraña fruta y ya me entraba hambre de nuevo. Según los científicos la comida dentro de mí debía de convertirse a energía en el momento justo de la explosión. Me pregunto si ahora soy delgado. Miré hacia mi estómago, pero el traje no me dejaba observar.
El tiempo seguía corriendo, ¿cuándo llegaría lo que sea que tuviese que llegar? En ese momento algo explotó, solo vi una llamarada incandescente en mis ojos y di un grito de horror.
Me desperté con el corazón acelerado con fuertes impulsos, con sudor frío, estaba temblando y asustado.
Tardé como una hora en normalizar mis sentidos. Realmente estaba muy desconcertado.

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