martes, 7 de diciembre de 2010

Capítulo III desde Barcelona (adelanto de novela)

Ana Alemán Carmona


31 de julio (diario de Lucía)
El recuento de los daños y de las posibilidades, la que he sido en todo este tiempo y la que no he sido también. Me siento confundida, aturdida, difusa, no puedo adivinar quien soy. Me siento como otra vez como Alicia en un mundo bizarro lleno de criaturas  extrañas que me pretenden y de rostros conocidos que me ignoran. ¿Qué hacer cuándo la energía se te acaba de repente?, ¿cuándo ya no tienes el ímpetu ni la pasión con la que comenzaste?, debe haber alguna respuesta. Por ahora solo estoy divagando, tengo miedo, lo único cierto ahora es este terror que me invade cada mañana.

-Desde el desayuno que no veo a Lucía, ha estado encerrada en su cuarto, no entiendo a esta chica, te juro –Julieta no podía entender el comportamiento errático de su hija mayor, siempre vestida de negro, llorando ante cualquier problema, demasiado sensible, la sorprendía en la familia Brussler no había mucho espacio para el sentimentalismo.
-Debe de estar escribiendo no se preocupe por eso tía, además no vine a verla a ella sino a usted, quiero comprar el departamento de Luci pero ya sé que es con vos con quien debo hacer los negocios –Carlos estaba buscando donde vivir con Magnolia, ya tenían dos meses de casados y no soportaba estar un día más en la casa de los tía de ella.
-Y Matty que dice al respecto, hasta donde yo sé se compró el pleito de la loca de su prima, ¿querrá vivir donde mi Lucía estuvo con Ernesto? –su voz no ocultaba el sarcasmo y el placer de saber que quien había humillado a su hija ahora necesitada de ella.
-Tía la verdad es que Matty no sabe nada de esto, pero cero stress, vea no hay de otra.

Cinco meses atrás Marcela encontró a Ernesto besándose apasionadamente con Lucía en un restaurante de moda en donde estaba cenando con Matty y con Cali, no tuvo tiempo de reaccionar, Magnolia se dirigió a la mesa donde estaban los dos traidores y empujó a Lucía haciéndola caer de su asiento, los gritos fueron terribles, tuvieron que contenerla entre dos guardias de seguridad, Carlos miraba asombrado de la fuerza física de su novia, se lanzó sobre Ernesto quien en su ofuscación increpaba a Magnolia. En toda la confusión y caos, Marcela permanecía impasible mirando la escena. Nadie entendía la furia incontrolada de Matty y la pasividad de Marcela, era simple para ellas, Matty se sentía culpable, después de todo fue ella quien los presentó.
-¿En qué cabeza cabe que la mosca muerta de tu primita se iba a meter con Ernesto?, carajo Cali no entiendes lo graves que son las cosas verdad, para ti todo fresco, ¡pero es a mi Marcela a la que están haciendo cornuda y en público! –su mirada estaba fija en el espejo de la sala de su tía, siempre le había gustado ver su reflejo en este en particular, con el jardín al fondo, su ira estaba justificada, no soportaba ver sufrir a Marce, en el fondo no toleraba ver a Ernesto, todavía habían quedaban algunos fantasmas entre ellos.

15 de Marzo
Pareciera que ya a nadie le importa mi vida, me estoy cansando de todo esto Ernesto, no respondes mis cartas, en tu casa nadie me da razón de ti, ¿qué hice para que te fueras?, yo no soy como Marcela o Lucía, ambas buscan satisfacer sus deseos de poder y seguridad, contigo se sienten completas, siempre te lo dije no te quieren por quién eres sino por la imagen que se han hecho de ti. Yo, en cambio, si te conozco desde siempre, yo te he visto lloran y desesperarte como un niño, ¿ya no te acuerdas de esas noches en vela cuando tu padre murió?, ellas solo han visto el brillo del empaque, pero tu las prefieres. LO SIENTO, SI HICE ALGO MAL PERDÓNAME!!!!!!!!!!!!! No puedo seguir así en esta incertidumbre.

Amanda

Era una mañana de invierno particularmente gris y húmeda en Lima, Mandy no tenía ningún deseo de salir de la cama, estaba deprimida, sus enormes ojos cafés estaban rojos delatando el llanto de la noche anterior, en la mesa de noche estaba la última carta que le escribió a Ernesto abierta, el sello rojo de devolución era demasiado para ella, ni siquiera el servicio postal podía encontrar a Ernesto, ¿dónde buscar?, solo pensaba en eso. 

Ring ring.
-Aló, si mami, yo sé es tarde, aja, si no te preocupes, hoy no tengo nada en el trabajo, si claro, te llamó más tarde si, chau.

Se levantó con mucho pesar de la cama, se dio un duchazo rápido y se vistió sin poner ningún cuidado, se miraba al espejo y se sentía más fea que de costumbre, no hay nada más que pueda hacer, esto es lo que hay, por eso siempre me ignoraste verdad, no soy una Marcelita Remir, con sus ojos negros y rostro de gitana, siempre tan misteriosa la muy perra, tampoco una Lucía Brusller, rubia, flaca, alta, por fin tendrías a tu modelo, la pequeña dulce anoréxica adicta a los ansiolíticos, también eso te gusta verdad, con ella sabes que si se podría morir por ti, que en verdad el suicidio es una posibilidad. Pero yo, Amanda, solo Amanda, sin nada más que ofrecer. Tomó las llaves de su auto y salió rumbo al trabajo, al la oficina ya se habían acostumbrado su tristeza, seguía funcionando bien, tan eficiente como siempre, el trabajo era su forma de evadir a todos esos demonios que la acosaban.

6 comentarios:

  1. holas, se me ocurre que al principio hay una linea (cito):

    "Me siento como otra vez como Alicia en un mundo bizarro"

    ese primer "como" lo siento no sé, como fuera de sitio, creo que podría ser:

    Me siento otra vez como Alicia en un mundo bizarro

    o tal vez:

    Me siento como Alicia en un mundo bizarro

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  2. otra crítica (con buena intención jeje):

    allí en:

    "la sorprendía en la familia Brussler no había mucho espacio para el sentimentalismo."

    a lo mejor se entendería mejor con una coma luego de "sorprendía":

    la sorprendía, en la familia Brussler no había mucho espacio para el sentimentalismo.

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  3. y ya terminando te diré que me ha gustado pero hay partes que me pierdo de repente por que como es adelanto de novela ¿no? no sé algo que pasó antes, sobre todo me pierdo en ese párrafo en que hay tres personajes con nombres que empiezan todos con M, confunde un poco, es ahí en:

    "Cinco meses atrás Marcela encontró a Ernesto besándose apasionadamente con Lucía en un restaurante de moda en donde estaba cenando con Matty y con Cali, no tuvo tiempo de reaccionar, Magnolia se dirigió a la mesa donde estaban los dos traidores"

    Marcela, Matty, Magnolia. Mucha M, me pierdo y ya no sé quien es quien. Para mi cuando pones nombres más diferentes como que eso ayuda a diferenciar a los personajes, a darles un carácter distinto de los otros. Bueno, es mi idea.

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  4. yo tengo una critica, en la parte de:

    Tomó las llaves de su auto y salió rumbo al trabajo, al la oficina ya se habían acostumbrado su tristeza

    creo que tendría que ser:

    Tomó las llaves de su auto y salió rumbo al trabajo, en la oficina ya se habían acostumbrado su tristeza

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  5. la ultimita, vi que dice

    yo te he visto lloran y desesperarte como un niño

    y creo que es

    yo te he visto llorar y desesperarte como un niño,

    .......
    saludos
    Josefina

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  6. gracias por los comentarios, los tomaré en cuenta claro. es cierto que el hilo se pierde un poco porque es un capítulo de la novela y no hay cosas tan claras. ahora con los nombres Matty es el diminutivo familiar de Magnolia Remir, la prima de Marcela Remir, luego se entenderá el uso de la letra M, sus personalidades también están así de confundidas entre ellas. Por las dudas Cali es el diminutivo de Carlos, el Colombiano esposo de Magnolia y primo de Lucía.

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