Silvia Martínez Rondanelli
A Marisol la vida no se la cobró de golpe, sino en cuotas lentas que no se pudo librar. Sus padres se separaron cuando ella tenía apenas tres años quedando al cuidado de Rosa, su madre.
Para Rosa ser madre soltera no fue fácil. Sus trabajos eran mal remunerados, pero aun así se esforzó por educar a Marisol.
Al terminar bachillerato Marisol le dice a Rosa:
—Mamá, me gustaría estudiar administración de empresas. Quiero ser una profesional.
—Hija, sabes que mi sueldo apenas alcanza para vivir. No puedo pagarte la universidad… Tendrías que estudiar en la noche y trabajar en el día.
—Lo entiendo, mamá. Pero sin experiencia será difícil conseguir un trabajo… Bueno, no pierdo nada con intentarlo. Voy a empezar a buscar.
Cada noche imprimía una nueva hoja de vida. Se levantaba con el alba y leía en voz alta el perfil, por sí había algo que ajustar. Antes de las siete de cada mañana se ponía su mejor blusa y salía. Volvía sin noticias. Al principio lo tomaba con filosofía. Después empezó a sufrir de insomnio. Algunas madrugadas la encontraba el día llorando en el comedor, en pijama, con la mirada perdida y las manos frías sobre una taza de café.
Un día su madre le dijo:
—Hija, creo que deberías probar en compañías más grandes. A veces necesitan gente sin experiencia.
Después de agotar varios intentos para conseguir trabajo sin éxito, Marisol se reunió con unas compañeras del colegio. Durante la conversación una de ellas comentó que en el Banco Los Andes estaban reclutando personal para un programa de entrenamiento. No pedían experiencia y el puesto era para asesor bancario.
Marisol realiza el proceso de formación durante tres meses, ejerce sus labores con dedicación y entusiasmo, destacándose por sus habilidades de comunicación, conocimientos de productos y servicios y capacidad de resolver problemas; a los seis meses de vinculación al banco se matricula en la universidad, cuando está en noveno semestre de carrera y a pesar de haberle advertido ella a su reciente novio que usase preservativos, en un momento de apasionado descuido Marisol queda embarazada, él termina la relación y desaparece.
Le cuenta a Rosa lo sucedido, quien le dice:
—Vas a ser madre, no se puede evitar, te voy a apoyar, le vamos a dar mucho amor a la criatura que nos ha enviado Dios, la carrera la debes terminar por sobre todas las cosas. No existe ninguna disculpa para que interrumpas tus estudios, quiero que lo tengas muy claro.
Marisol le promete a Rosa que va a terminar la universidad, se dedica hasta avanzadas horas de la noche y los fines de semana a prepararse.
Estando en el último semestre, nace Paola, una bebé hermosa, rolliza y simpática a quien ambas dedican su tiempo y cariño con esmero.
Paola demostró desde pequeña que le encantaba la música y tenía muy buen ritmo para el baile, aprendió salsa desde los seis años, convirtiéndose en una experta bailarina de la escuela Salsa Swing, demostrando su armonía, destreza y sincronía en las exposiciones artísticas.
En uno de los viajes el hijo de la vecina de Rosa conoció a Marisol. Francisco vivía entre Valencia, España y Cali, donde manejaba un negocio exitoso de comunicaciones y aprovechaba para visitar a su madre y hermanos con frecuencia.
Francisco llegó con una camisa mal planchada, los zapatos ruidosos y un perfume demasiado fuerte. Tenía la barriga suelta sobre el cinturón, las manos húmedas y la voz indecisa. Marisol lo saludó por cortesía, pero no pudo evitar fruncir los labios cuando él intentó hacerse el simpático. Francisco quedó encantado con ella por su sensualidad y espectacular cuerpo; empieza el cortejo y la llena de regalos e invitaciones a los mejores bares y restaurantes.
Marisol decide vivir con Francisco porque le ofrece el apoyo económico que nunca ha tenido y piensa que con el tiempo puede llegar a enamorarse. Estando viviendo juntos, fallece Joaquín, el padre de Francisco, a quien Marisol había ayudado a gestionar un crédito en el banco por la suma de cuarenta millones de pesos. El crédito fue aprobado y contabilizado justo un día antes de la muerte de Joaquín, quien se encontraba gravemente enfermo.
Pasadas varias semanas del fallecimiento la esposa y sus hijos preguntan por el dinero del crédito. Francisco les informa que averiguó con Marisol y ella le manifestó que como Joaquín murió sin que se retirara el dinero, el banco había procedido a bloquear la cuenta, reversando la operación.
Después de tres años de una convivencia tranquila Francisco presume que Marisol le está siendo infiel, ya que recibe llamadas los fines de semana, entabla conversaciones prolongadas y llega tarde con frecuencia al apartamento. Francisco le reclama las continuas tardanzas, la despreocupación por Paola y la desatención de la familia. Marisol lo niega, le asegura que su carga laboral ha aumentado y tiene reuniones con algunos clientes.
Francisco se cansa de las excusas de Marisol y decide contratar los servicios en una firma de detectives, quienes después de varios seguimientos la descubren divirtiéndose en bares y discotecas con Ramiro, su jefe. Incluso les graban conversaciones en las que se comprueba el amorío y la pasión que están viviendo, en una de ellas le dice a él:
«Te cubriré de amor la próxima vez que nos veamos, con caricias, con éxtasis. Quiero morderte con todas mis risas y alegrías».
Ramiro responde:
«Mis ganas de ti no se quitan, se acumulan. ¿Te imaginas nuestro próximo encuentro?».
Cuando Francisco escucha estos mensajes siente que el mundo se derrumba a su alrededor, su ira lo consumió hasta el punto de destrozar todo lo que encontraba a su paso. Pasadas unas horas lo llevan a su residencia. Al ingresar, Francisco no dice nada. Los detectives aguardan en la puerta, serios, sin intervenir. Marisol, sentada en el sofá de la sala con los brazos cruzados lo sigue con la vista. Él no la mira. Va al dormitorio, abre el ropero y con las manos y brazos toma todo lo que puede de las cosas de ella. Luego, simplemente, lanza el bulto de ropa, zapatos, alhajas y cosméticos por la ventana. Fuera —dice al fin—. Y no vuelvas.
Cuando Francisco se tranquiliza y acepta haber terminado la relación sentimental con Marisol se inicia por la vía judicial el complejo proceso de separación en el que Marisol solicita que en la liquidación de la sociedad conyugal se tengan en cuenta los bienes que había adquirido Francisco antes de contraer matrimonio (lo que no es legal).
Pasados unos meses los hermanos de Francisco se presentan en el banco a denunciar las irregularidades que se presentaron en el trámite y abono de un crédito contabilizado a su padre, en estado moribundo; entregan la carta de reclamación de los dineros que su madre y los hijos consideran debe el banco pagarles en calidad de beneficiarios legales del señor Joaquín por cuanto se le aprobó un crédito estando en vida, sin haber utilizado el dinero por haber fallecido al día siguiente del desembolso.
El jefe de seguridad les dice:
—Con la información que nos han suministrado realizaremos la investigación para establecer si existe responsabilidad del banco.
El análisis de la documentación y las grabaciones de seguridad revelaron que el dinero del crédito por cuarenta millones de pesos se había abonado en la cuenta de ahorros del fallecido, el día antes de su deceso. Ese mismo día Marisol previa falsificación de la firma de la esposa del fallecido, aprobó el pago y el cobro del cheque por ventanilla, entregando el dinero en efectivo a Francisco, quien junto con Marisol decidieron apropiarse del dinero.
Marisol perdió su puesto, ha estado buscando trabajo para lograr sacar a su hija adelante, debiendo vivir experiencias complicadas ya que los oficios que ha conseguido han sido de poca categoría.
El banco debió reconocer el valor del crédito a Martha y sus hijos debido a que el dinero se pagó en forma indebida. Francisco y Marisol están siendo investigados por falsedad documental, suplantación y hurto. El proceso fue condenatorio en primera instancia. Se encuentran con detención domiciliaria y a la espera de que se resuelva la segunda instancia con probabilidades de ser condenados a penas de más de diez años de prisión.
Parece una historia de la vida real. La ambición rompe el saco. Felicitaciones Silvia
ResponderEliminarMuy buen cuento , Me encantó
ResponderEliminarMe gusto suspenso buen cuento
ResponderEliminarMe encantó tu cuento! Tienes una forma de contar los hechos que atrapan. Felicitaciones, de verdad vale la pena leerte."
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