Cristina Navarrete
No imaginas lo que he tenido que pasar. Insomne por más de dos semanas, espero
que el día no termine, cada noche se ha transformado en un tormento, apenas empiezo
a quedarme dormido vuelve esa horrible pesadilla, el cuerpo se me entumece, me
falta la respiración y las imágenes de aquel aterrador accidente vienen a mi
mente, cada vez más vívidas y poderosas. No sé si algún día mi vida vuelva a
ser normal.
Veo su hermosa y suplicante mano saliendo bajo los escombros, pidiéndome
ayuda, luchando. A pesar del intenso dolor, me estiro lo más que puedo, trato de liberarme
desesperadamente, pero esa maldita viga no me deja mover las piernas, estoy
atrapado desde el torso y veo como poco a poco su delicada y blanca mano cesa
de moverse; grito con todas mis fuerzas, pero nadie me escucha, por fin despierto:
sudoroso y temblando una vez más; nada ha cambiado, sigo en esta cama de
hospital, y aún no puedo sentir mis piernas.
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